jueves, 30 de septiembre de 2021

Sinusitis: síntomas, causas y tratamientos


Qué es la sinusitis

La sinusitis, infección de los senos paranasales, infección sinusal, sinusitis aguda y crónica o rinosinusitis es una inflamación de los senos paranasales, generalmente originada por un agente infeccioso. Esta infección puede ser provocada por hongos, virus o bacterias.


Dichos senos afectados son cavidades óseas que se encuentran en el macizo facial.

Estas cavidades están llenas de aire y comunicadas con las fosas nasales mediante unos orificios (ostium) de drenaje, por lo que es frecuente la asociación de inflamación nasal y sinusitis, de aquí que lo correcto sería hablar de rinosinusitis.


Precisamente, la clave del desarrollo de una sinusitis esta en la alteracion de los ostium de drenaje que provoca retención de moco dentro de los senos afectos.

Tipos de sinusitis

La sinusitis se divide en dos tipos: aguda y crónica. En términos muy generales, estos tipos se definen por el periodo de tiempo que perduran los síntomas, pero existen otras diferencias importantes en cuanto síntomas, causas y tratamientos.

  • La sinusitis aguda: puede durar un máximo de ocho semanas y su causa más común es la infección por bacterias.
  • La sinusitis crónica se determina de esta forma cuando supera los tres meses de síntomas. Aquí, las bacterias son tan frecuentes como los hongos, los cuales causan infecciones más difíciles de tratar.

Síntomas de la sinusitis

Los primeros síntomas de una sinusitis aguda pudieran presentarse aproximadamente una semana después de que el paciente sufra un resfriado no tratado ó insuficientemente tratado, lo que hace que empeoren los síntomas. Los síntomas más comunes son:


 Cefalea ( dolor de cabeza). Presión molesta y que puede llegar a ser dolorosa en el área de los ojos, las encías y las mejillas. El dolor sobre el seno afecto, se intensifica con lo esfuerzos fisicos

  • Obstrucción y/o congestión nasal, generalmente bilateral pero que puede presentarse de forma unilateral.
  • Rinorrea anterior y posterior de coloración blanquecina ó amarilloverdosa, (rinorrea purulenta), y pérdida de olfación.
  • Alta sensibilidad en las diferentes partes del rostro.
  • En ocasiones fiebre moderada.
  • Halitosis (mal aliento).
  • Dolor en la arcada dentaria.
  • Dolor de garganta.
  • Tos, especialmente cuando se intenta dormir.
  • Goteo retronasal.
  • Fatiga elevada durante el día.

En la mayoría de los casos, la sinusitis aguda, responde bien al tratamiento médico habitual, pero hay aproximadamente un tercio de los casos que no lo hace.

Síntomas de la sinusitis crónica

En el caso de la sinusitis crónica, los síntomas son menos manifiestos, presentando algunos síntomas como obstrucción nasal, rinorrea mucoide persistente, hiposmia, síntomas tubáricos, etc…

Causas de la sinusitis

Existe una gran variedad de causas que podrían estar originando la sinusitis, por lo que es necesaria un estudio detallado por parte del otorrinolaringólogo para determinar cual puede ser la causa qué afecta al paciente realmente. Entre ellas tenemos la alergia, alteraciones de los cilios, rinitis vasomotoras.

En términos generales, la sinusitis aparece cuando se obstruyen las aperturas (ostium) de los senos y se acumulan secreciones mucoides en los senos paranasales. Esta situación da pie a que las bacterias puedan crecer con mayor facilidad.

Entre las causas más comunes encontramos:

  • Infección y/o inflamacioón de los mucosa ciliar nasal que origina una alteración para conducir la mucosa fuera de los senos paranasales, provocando la obstrucción.
  • Alergias y rinitis infeccionsas.
  • Obstrucción de los senos paranasales por exceso de mucosa al sufrir un resfriado o alergias severas.
  • Obstrucción de los senos paranasales por problemas anatómicos, como un tabique desviado, cornetes hipertróficos, un espolón óseo nasal o la aparición de pólipos nasales.
  • En niños habría que añadir la hipertrofia del tejido adenoideo (vegetaciones).

Factores de riesgo de la sinusitis

Más allá de las causas que la sinusitis pueda tener, muchas veces ésta se origina a través de factores provocados por el propio paciente.

Entre los factores de riesgo que mayor influencia tienen en el desarrollo de la sinusitis, encontramos:

  • Haberse sumergido en agua contaminada, exponiendo al organismo y especialmente a la nariz a agentes y microorganismos infecciosos.
  • Fumar, hábito que espesa la mucosa y hace más fácil la obstrucción en los senos paranasales.
  • Rinitis alérgica.
  • Fibrosis quística.
  • Cambios de altitud donde la presión es considerable, sea bucear en profundidades o viajar en avión.
  • Deficiencias inmunitarias, muchas veces causadas por VIH/SIDA.
  • Desarrollo de tumores en la zona de los senos paranasales.

Diagnóstico de la sinusitis

Al presentar cualquiera de estos síntomas, el paciente debe acudir a su médico tan pronto como sea posible.

Lo que se busca evitar es que la situación empeore y se convierta en una sinusitis crónica.

Es conveniente realizar una serie de pruebas exploratorias antes de hacer su diagnóstico. Primeramente, se palpará el rostro para detectar si existen algias (dolores) en algunas de las zonas anatómicas de los senos paranasales.

Realizar una rinoscopia anterior para examinar la nariz en busca de posibles alteraciones anatomicas y valorar el estado de permeabilidad de las fosas nasales.

La prueba que más información nos va a proporcionar es la endoscopia nasal. Este estudio le permitirá al médico ver qué es lo que está sucediendo dentro de la cavidad nasal. Se utiliza un pequeño endoscopio, que puede ser flexible o rígido, de fibra óptica que nos permite con claridad ver cual es el estado de la mucosa nasal y valorar como se encuentran los meatos o escios que delimitan los cornetes.

Si aún quedan dudas al respecto, también se pueden utilizar la tomografía computada y la resonancia magnética, estudios que permiten observar mejor los huesos y tejidos en el rostro y zona nasal. La resonancia es especialmente útil para descartar cualquier tipo de tumor.


Finalmente, el médico podría proponer al paciente exámenes para identificar alergias, citología nasal, pruebas de cloro en sudor y exámenes de sangre en búsqueda de VIH/SIDA o cualquier otro factor que pudiera estar afectando al sistema inmunológico.

Tratamiento de la sinusitis

En la mayoría de los casos, la sinusitis se cura con tratamiento médico.

La sinusitis aguda, generalmente requiere el uso de antibióticos, ya que un buen control de la infección nos facilita la curación.

Además hay que añadir un tratamiento dirigido a mejorar la inflamación de la mucosa nasosinusal y facilitar el drenaje de los ostium, tales como descongestionantes nasales, corticoides tópicos y/o mucolíticos.

Si los síntomas de los senos paranasales no mejoran con el tratamiento empleado, si existen complicaciones derivadas de la sinusitis, probablemente el médico sugerirá realizar una cirugía para solucionar la patología, recurriendo a un tratamiento quirúrgico que en la actualidad se efectúa mediante endoscopios rígidos y se denomina Cirugía Endoscópica Nasosinusal (CENS) o bien a través de un procedimiento no quirúrgico en la que el Instituto IOM somos especialistas: la Sinuplastia con Balón de Dilatación

Si presenta alguno de los sintomas descritos, puede solicitar consulta médica en Policonsultorio BioVida, donde con gusto lo ayudaremos a recuperar su salud. 

Estamos en la Calle Crevaux 317 (frente a la plaza principal) entre Comercio y Santa Cruz; atendemos de lunes a viernes en las mañanas (07:30 a 12:30) y en la tarde (15:00 a 18:30), reservas al 77032111; o si prefiere desde la comodidad de su hogar a través de teleconsulta. 

Cualquier duda o consulta, puedes comunicarte conmigo a través del +591 72633181, y siguenos en el Facebook del programa:  

https://www.facebook.com/Su-Salud-con-la-Dra-Claudia-Orosco-2179927478938064  

aquí encontraras el enlace al grupo de whastApp de Su Salud:  
https://chat.whatsapp.com/HGVC9PRKLFP3OSQEuULaqa 

Escucha los sábados el programa a traves de las aplicaciones gratuitas de Radio Ciudad Yacuiba 105.1, o del Canal Mega Tv Yacuiba, descargalas y sintoniza de 07:30 a 09:00, podrás hacer tus consultas en vivo

Recuerda que un tú saludable, es el mejor regalo que le puedes dar a tu familia...

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Dolor de oído (Otalgia)

Dolor de oído (Otalgia)

El dolor de oído es una afección que puede aparecer en cualquier parte del oído, ya sea interno, medio o externo.

La aparición del dolor no está necesariamente relacionada con alguna enfermedad o infección específica, razón por la cual no se deben hacer suposiciones en un primer momento sin que un médico.

La intensidad del dolor de oído puede variar desde muy leve a muy intenso, dependiendo principalmente del factor causante. Existen enfermedades no relacionadas directamente con el oído pero que, al alcanzar un punto álgido, afectan a este órgano y causan el dolor.

Causas del dolor de oído

Ya que el dolor de oído se puede originar por condiciones y enfermedades sin relación directa al órgano, existen una amplia cantidad de potenciales causas. Sin embargo, debemos comenzar con una enfermedad del oído que siempre causa malestar: la otitis.

Dolor de oído provocado por una otitis

La otitis es una inflamación que, dependiendo de su tipo, se puede dar en el oído medio o externo. Las causas detrás de dicha inflamación pueden ser un resfriado común que se ha desarrollado hasta infectar los tejidos del oído, bacterias u hongos cuando existe una mala higiene y heridas infringidas con cotonetes (bastoncillos de algodón) u objetos punzantes.

Otras causas que pueden provocar dolor de oído

Además de la otitis, encontramos que el dolor de oído también puede ser causado por:

  • Múltiples tipos de alergias.
  • Episodios prolongados de tos severa.
  • Múltiples enfermedades de los dientes y mandíbula.
  • Inflamación o cierre de la trompa de Eustaquio.
  • Obstrucción del canal auditivo por agua, objetos extraños o cerumen.
  • Herpes zóster.
  • Inflamación de la glándula parótida a causa de paperas.
  • Lesiones del tímpano.
  • Congelación del pabellón auricular a muy bajas temperaturas.
  • Condiciones cancerosas en órganos cercanos.
  • Cambios drásticos de la presión atmosférica.

En la mayoría de los casos, el dolor de oídos es un síntoma útil para detectar una serie de enfermedades. Sin embargo, sin la asistencia de un médico, es casi imposible hacer un diagnóstico adecuado, debido al gran abanico de posibilidades que existen.

Sin la asistencia de un médico, es casi imposible hacer un diagnóstico adecuado, debido al gran abanico de posibilidades que existen.

Diagnóstico para el dolor de oído

El correcto diagnóstico del dolor de oído resulta fundamental para poder tratar la enfermedad origen a tiempo. Cuando aparecen los primeros síntomas y éstos persisten durante varias horas, es momento de visitar al médico.

El dolor de oído puede aparecer desde un primer momento de forma intensa y punzante, en otras ocasiones empieza como una ligera molestia que puede desaparecer por la causa que lo originó o volverse cada vez más intenso.

A un dolor de oído común y severo se pueden unir al poco tiempo mareospérdida significativa de la audición (hipoacusia)ruidos extraños (acúfenos) y/o secreción de fluidos.

Una vez en la consulta, el médico, llevará a cabo una anamnesis completa. Posteriormente, el profesional interroga al paciente sobre las características de este dolor, entre las que destacan la intensidad y la región estimada.

A través de una otoscopia, el médico examina el pabellón auricular, el conducto auditivo externo y el tímpano. La finalidad de este examen es verificar visualmente el estado del oído y saber si existen indicios claros sobre el origen del dolor.

Pruebas diagnósticas adicionales pueden ser las pruebas de audición, de la función de la Trompa de Eustaquio, radiografía de la articulación temporomandibular, nasofaringoscopia y hematología completa.

Tratamiento para el dolor de oído

En cuanto a los tratamientos más apropiados para el dolor de oído, estos siempre dependerán de la causa diagnosticada. Ya que no se debe solo aliviar el dolor sino curar la enfermedad causante, en este caso es muy difícil definir un tratamiento estandarizado.

Cuando el médico determina que el dolor de oído tiene como origen una inflamación del pabellón auricular, se puede tratar con pomadas antiinflamatorias y antibióticos, este último recurso exclusivamente cuando se trate de una infección.

Cuando se trate de un dolor de oído por inflamación del oído medio, lo que se recomienda con mayor frecuencia es una combinación bajo observación de analgésicos y antiinflamatorios, incluyendo antibióticos cuando exista infección. Si se trata de un dolor de oído por inflamación del conducto auricular, las gotas antiinflamatorias junto con antibióticos conllevan, en general, importantes mejoras.

Las afecciones que destaquen por su nivel de complejidad requerirán una intervención directa y más exahustiva por parte del médico. Dependiendo cual sea el caso, este podría verse obligado a abrir el tímpano para la extracción de fluidos, como la pus. La obstrucción por cerumen, por ejemplo, también requeriría una eliminación manual por parte del médico, usando instrumentos especiales para ello.

Una lesión severa de tímpano, sería una de las secuelas más graves que podemos encontrar, requeriría una operación reconstructiva en caso de que los tejidos no cicatricen por sí solos después de unas pocas semanas.

Si presenta alguno de los sintomas descritos, puede solicitar consulta médica en Policonsultorio BioVida, donde con gusto lo ayudaremos a recuperar su salud.

Estamos en la Calle Crevaux 317 (frente a la plaza principal) entre Comercio y Santa Cruz; atendemos de lunes a viernes en las mañanas (07:30 a 12:30) y en la tarde (15:00 a 18:30), reservas al 77032111; o si prefiere desde la comodidad de su hogar a través de teleconsulta. 

Cualquier duda o consulta, puedes comunicarte conmigo a través del +591 72633181, y siguenos en el Facebook del programa:  
https://www.facebook.com/Su-Salud-con-la-Dra-Claudia-Orosco-2179927478938064  

aquí encontraras el enlace al grupo de whastApp de Su Salud:  
https://chat.whatsapp.com/HGVC9PRKLFP3OSQEuULaqa 

Escucha los sábados el programa a traves de las aplicaciones gratuitas de Radio Ciudad Yacuiba 105.1, o del Canal Mega Tv Yacuiba, descargalas y sintoniza de 07:30 a 09:00, podrás hacer tus consultas en vivo

Recuerda que un tú saludable, es el mejor regalo que le puedes dar a tu familia...

viernes, 24 de septiembre de 2021

Quemaduras, que hacer...??


Que es una quemadura? 

Una quemadura es una lesión en los tejidos del cuerpo causada por el calor, sustancias químicas, electricidad, el sol o radiación. Las escaldaduras por líquidos calientes y vapor, los incendios en edificios y los líquidos y gases inflamables son las causas más comunes de las quemaduras.

¿Qué tipos de quemaduras pueden producirse?

Existen dos clasificaciones sencillas que permiten determinar el tipo de quemadura y, a grandes rasgos, la gravedad de la lesión.

Según el agente físico que la produce, podemos hablar de:

  • Quemaduras térmicas: son las más frecuentes en accidentes domésticos. Pueden ser producidas por calor seco (fuego) o calor húmedo (aceite caliente o agua hirviendo).
  • Quemaduras eléctricas.
  • Quemaduras químicas: producidas por productos ácidos y básicos.
  • Quemaduras por inhalación de gases: la vía aérea es la principal afectada.

Según la profundidad de la quemadura:

  • De primer grado: está limitada a la capa más superficial de la piel (epidermis). Se produce una lesión eritematosa (enrojecida), pero sin ampolla. Duele porque en la epidermis se encuentran las terminaciones nerviosas. Se resuelven sin dejar cicatriz en aproximadamente 4-10 días.
  • De segundo grado: se lesionan epidermis y dermis, que es la capa inferior de la piel y que está vascularizada. Si es una quemadura superficial, se presenta con ampollas, exudativas y duelen por la irritación de las terminaciones nerviosas. En cambio, si la quemadura es más profunda, la curación puede tardar hasta un mes, si bien no es dolorosa debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas.
  • De tercer grado: se destruyen epidermis, dermis e hipodermis. Es una herida cuya coloración oscila de pálido a negruzco. También es indolora por la destrucción de las terminaciones nerviosas, pero es la que más tarda en curar y la que peor cicatriz deja. En algunos casos son necesarios injertos.
  • Algunos autores hablan de quemaduras de cuarto grado cuando afectan a músculo y hueso.

¿Qué hay que hacer y qué se debe evitar ante una quemadura?

La primera recomendación es acudir a un centro de salud, si es una quemadura grave (edema abundante, inflamación, ampolla importante), si es grande (del tamaño de la mano o mayor), o si es química, eléctrica o por inhalación de gases.

Hay que recordar que, en el caso de las quemaduras, el dolor no es un indicativo de gravedad, ya que las quemaduras más graves son las que menos duelen.

Si la piel está íntegra, lo primero que debemos hacer es lavarla con agua fría (no hielo) durante al menos 5 minutos. Se pueden utilizar también compresas mojadas en agua fría. Y es que el enfriamiento ayuda a aliviar el dolor y a disminuir el daño a la piel y a los tejidos afectados.

Es importante tener cuidado con los ungüentos o remedios caseros en quemaduras graves, porque son métodos que se han extendido y que en ocasiones pueden ser muy perjudiciales. Por eso, antes de usarlos, lo mejor es consultar con el personal de salud.

Por otro lado, si tras la quemadura se presenta ampolla, no debemos pincharla; y si aparece “piel muerta”, de entrada tampoco debe retirarse, la limpieza de la ampolla, piel muerta y algún otro cuerpo extraño (restos de ropa, u otro material) debe ser realizada por un personal de salud, jamás en domicilio.

Cuando la quemadura se ha producido en los dedos de manos y/o pies, deben mantenerse separados con alguna compresa y/o tela, con vendajes apropiados para evitar las retracciones de la piel que luego causan cicatrices viciosas que limitan el movimiento.

Una vez resuelta la quemadura, es importante cuidar y potenciar la hidratación de la piel lesionada y evitar la exposición solar.

¿Cómo actuar ante una quemadura química?

Este tipo de quemaduras son las producidas por lavandina o ácido, y tienen un protocolo de actuación muy concreto: 

  • Poner la zona afectada debajo del agua fría durante 20 minutos o más. Si el causante es un producto en polvo, como la cal, sacudir los restos que puedan quedar en la zona antes de ponerla bajo el agua. Si persiste la sensación de quemazón, hay que volver a lavar la zona.
  • Quitarse joyas o ropa que haya entrado en contacto con el producto químico.
  • Poner una toalla húmeda para ayudar a aliviar el dolor.
  • Cubrir la quemadura con un paño seco.
  • Acudir a un servicio de salud inmediatamente.

Por último, y como recomendación general en casos de heridas y/o quemaduras, debemos asegurarnos de que tenemos una adecuada profilaxis antitetánica, es decir, confirmar si nos hemos puesto alguna vez la vacuna antitetánica. Si tenemos dudas al respecto o no estamos vacunados, hemos de consultar en el centro de salud.

Si presenta alguno de los sintomas descritos, puede solicitar consulta médica en Policonsultorio BioVida, donde podemos ayudarte a recuperar tu salud. 

Estamos en la Calle Crevaux 317 (frente a la plaza principal) entre Comercio y Santa Cruz; atendemos de lunes a viernes en las mañanas (07:30 a 12:30) y en la tarde (15:30 a 18:30), reservas al 77032111; o si prefieres a través de teleconsulta desde la comodidad de tu hogar. 


Cualquier duda o consulta, puedes comunicarte conmigo a través del +591 72633181, y siguenos en el Facebook:  
https://www.facebook.com/profile.php?id=100095559042534  

aquí encontraras el enlace al grupo de whastApp de Su Salud:  
https://chat.whatsapp.com/HGVC9PRKLFP3OSQEuULaqa 

Recuerda que un tú saludable, es el mejor regalo que le puedes dar a tu familia...

miércoles, 22 de septiembre de 2021

Artrosis, lo que debes saber y mucho más...


¿
Qué es la artrosis?

La artrosis es una enfermedad muy común, que se produce debido al desgaste e inflamación del cartílago articular en las articulaciones del cuerpo. Este cartílago se sitúa entre los extremos de los huesos y, en una articulación sana, actúa de almohadilla, amortiguando el roce y choque de los dos huesos, función que también cumple el líquido sinovial.

Se trata de una patología degenerativa que afecta sobre todo a las articulaciones que soportan mayor peso y realizan un esfuerzo mayor como son las caderas, rodillas, hombros y las localizadas en la columna cervical y lumbar. También es frecuente en algunos dedos de las manos. Puede afectar solamente a una o dos articulaciones o presentarse de forma generalizada.

¿A quién afecta?

La artrosis afecta a más del 10% de la población general en nuestro país y se vuelve más frecuente con la edad. Por otra parte, se estima que hasta el 70% de la población mayor de 50 años tiene signos de artrosis y que hasta el 80% de los mayores de 75 años presenta alteraciones de artrosis en las radiografías, aunque no siempre produce molestias o síntomas, lo cual es alarmante.

¿Cómo se produce la artrosis?

El deterioro y degradación del cartílago articular se produce en tres etapas:

  • En primer lugar, el cartílago deja de ser firme y se reblandece, y se vuelve frágil y quebradizo. En esta fase, pierde su elasticidad habitual y la capacidad de amortiguar.
  • Posteriormente, se adelgaza y llega a desaparecer en algunas zonas, por lo que ya no recubre ni protege el hueso.
  • Por último, el extremo del hueso que se articula deja de estar protegido por el cartílago articular en algunas zonas, por lo que queda expuesto a fuerzas físicas.

¿Cuáles son sus factores de riesgo?

Aunque no se conoce la causa exacta de la artrosis, existen varios factores que aumentan el riesgo de padecerla:

  • La edad. La prevalencia de la artrosis se incrementa con la edad. Aunque no es una de sus causas, el cartílago se vuelve más frágil al envejecer.
  • Ser mujer. Las mujeres mayores de 55 años presentan mayor riesgo de sufrir artrosis, especialmente de manos y rodillas.
  • Menopausia. Algunas investigaciones han confirmado que la disminución de estrógenos después de la menopausia favorece la aparición de artrosis de rodilla y que la administración prolongada de estrógenos actúa como factor protector en mujeres postmenopáusicas.
  • Factores genéticos. Existe un patrón hereditario, por lo que en algunas familias es más frecuente, especialmente la artrosis de manos.
  • Defectos congénitos de la articulación. Algunas formaciones anormales aumentan el riesgo de padecer artrosis de cadera.
  • Obesidad. Igualmente, los estudios confirman la relación entre obesidad y artrosis, sobre todo de rodillas, caderas y manos. Además, la pérdida de peso mejora los síntomas.
  • Actividad física elevada. Algunas actividades deportivas pueden producir traumatismos o microtraumatismos que aumentan el riesgo de padecer artrosis en rodillas y caderas. Por ejemplo, es el caso de ciclistas y corredores de fondo.
  • Actividad laboral. Algunas ocupaciones están vinculadas a distintos tipos de artrosis. Por ejemplo, los costureros, a la artrosis de manos, los conductores, a la de columna y los manipuladores, a las de codo y muñeca.

¿Cuáles son sus síntomas?

  • El dolor es el síntoma más característico de la artrosis, que mejora o desaparece en reposo y empeora cuando se somete a esfuerzos a la articulación. Suele empeorar a lo largo del día y, aunque suele ceder con la inactividad, conforme la dolencia avanza puede también aparecer en reposo o durante el sueño. Igualmente, puede volverse constante al realizar cualquier actividad física y mantenerse durante horas después.
  • La rigidez es otro de los síntomas principales de esta dolencia. Tras un periodo de descanso prolongado –por ejemplo, el sueño-, las articulaciones pueden permanecer rígidas durante tiempos cortos (menos de treinta minutos). Esta rigidez puede ser muy intensa y llegar a provocar limitaciones en la movilidad como, por ejemplo, dificultad para levantarse, salir del coche o subir escaleras, en el caso de artrosis de rodilla o cadera, o incluso problemas para realizar tareas cotidianas, como vestirse o caminar.
  • Así mismo, pueden sentirse crujidos –crepitaciones- cuando se mueven las articulaciones en las fases avanzadas. Igualmente, el crecimiento de los extremos de los huesos que une la articulación puede provocar el agrandamiento y ensanchamiento de esta. En el caso de las artrosis de rodillas y nudillos de la mano, pueden producirse alteraciones en la alineación de los huesos.

Otros posibles síntomas son:

  • Hinchazón.
  • Presencia de líquido sinovial en las articulaciones (derrames).
  • Atrofia en los músculos adyacentes.

En el caso de la artrosis de rodilla, puede producirse también el adelgazamiento del músculo. En estas fases de la enfermedad, puede observarse limitación de la movilidad de la articulación y la pérdida gradual de su función.

¿Cómo se diagnostica la artrosis?

El diagnóstico de la artrosis se basa en la historia clínica del paciente y un examen físico de las articulaciones, que detectará dolor al mover la articulación y, a veces, cierto grado de tumefacción y derrame articular, así como deformaciones.

A continuación, se confirmará el diagnóstico con la realización de radiografías simples y, si es necesario, de ecografías y resonancias magnéticas (RM). En ocasiones, puede realizarse un examen del líquido sinovial de las articulaciones afectadas.

¿Cómo se trata?

La artrosis es una enfermedad crónica que persiste en el tiempo. Aunque hoy en día no tiene cura, sí existe un tratamiento orientado a reducir el dolor y mantener la movilidad y funcionalidad de las articulaciones. Se recomienda las siguientes medidas:

  • Medidas físicas. Encaminadas a mejorar los síntomas y la habilidad para realizar las tareas laborales, domésticas y de cuidado personal. Pueden incluir:
    • Practicar ejercicios físicos diarios destinados a mejorar la movilidad  de las articulaciones y potenciar la musculatura.
    • Realizar actividades aeróbicas (nadar, pasear…).
    • Emplear férulas y sistemas ortopédicos que disminuyen la sobrecarga de la articulación afectada.
    • Aplicar calor y frío.
    • Perder el peso corporal excesivo.
  •  Medicamentos. Los analgésicos como el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno pueden ayudar a aliviar el dolor. En ocasiones, pueden ser necesarios otros analgésicos como el tramadol o la codeína.
  • Infiltraciones de derivados de la cortisona o ácido hialurónico en las articulaciones. También puede aliviar los síntomas el sulfato de glucosamina.

En casos en que la enfermedad se encuentre muy avanzada, puede llegar a ser necesaria la cirugía, con reemplazo de las articulaciones como rodilla y cadera por protesis, y otros procedimientos especiales en columna, lamentablemente no se aplica la cirugia de manos, pues estas van afectandose paulatinamente perdiendo su funcionalidad.

Que podemos hacer para controlar la artrosis

Aunque la artrosis no puede curarse, cuidar nuestra forma física, nuestros movimientos y nuestra higiene postural puede ayudarnos a mejorar los síntomas y a mantener una buena calidad de vida:

  1. Evita sobrecargar las articulaciones afectadas, No realices movimientos repetitivos con ellas y, cuando camines, usa bastón y evita los terrenos irregulares. Tampoco levantes pesos excesivos, por lo que, a la hora de hacer la compra, no te olvides de llevar tu carrito.
  2. Cuida tu postura, Por el día, evita sentarte en sillones o sofás hundidos y usa asientos o sillas con el respaldo recto, sobre todo si trabajas sentado. También debes evitar estar mucho tiempo de pie si padeces artrosis en los miembros inferiores. Durante la noche, duerme en un colchón lo suficientemente duro.
  3. Deja los tacones en el armario, Si sufres artrosis lumbar, de caderas o rodillas, es mejor que  evites los tacones altos y, en su lugar, lleves zapato plano o con un ligero tacón, de suela gruesa. También son recomendables las plantillas o taloneras de silicona.
  4. Mantén a raya el sobrepeso, La obesidad es uno de los principales factores de riesgo de la artrosis, por lo que debes evitarla, especialmente si padeces esta dolencia en articulaciones de carga como la rodilla, la cadera o  la región lumbar. Para perder peso o mantener el adecuado, come de manera variada y equilibrada, sin abusar de grasas y azúcares e ingiere frutas y verduras en abundancia, para asegurarte un buen aporte de vitaminas –sobre todo la C- y fibra.
  5. Alimentos ‘amigos’, Según algunos estudios, el brócoli bloquea una enzima que daña el cartílago articular. También es beneficioso el jengibre, que posee efectos antiinflamatorios, al igual que el salmón y el aceite de oliva y el de soja, ricos en Omega 3. Así mismo, toma cítricos, ricos en vitamina C, que ayuda al desarrollo de los cartílagos, y frutos secos, ricos en selenio, vitamina E y ácidos grasos.
  6. Practica actividad física de manera regular, Caminar, la bicicleta estática o nadar son actividades que ayudan a aumentar el gasto calórico -y, por tanto, controlar el peso- y a proteger las articulaciones y mitigar los síntomas. Por tanto, es recomendable que practiques deporte de manera regular y que lleves un estilo de vida activo, alejado del sedentarismo.
  7. Realiza ejercicios específicos para cada articulación, Pide a tu médico o reumatólogo un programa  personalizado de ejercicios, adaptados a tu tipo de artrosis y a los síntomas que experimentas. Dedica todos los días unos minutos a realizarlos, incluso aunque mejoren los síntomas.
  8. Cuando te duela mucho, reposa, Este consejo no se contradice con la recomendación de realizar actividad física: en los momentos de dolor más intenso, el reposo relativo es beneficioso, así como introducir pausas a lo largo de la jornada.
  9. Aplícate frío y/o calor, Una manta eléctrica o una bolsa de agua caliente pueden ayudarte a mitigar el dolor y relajar la musculatura adyacente a la articulación afectada. Si se produce un brote inflamatorio, en cambio, te aliviará colocar sobre ella hielo o paños fríos.
  10. Consulta a tu farmacéutico, Acude a tu farmacia para conocer soluciones de movilidad para ayudarte (muñequeras, rodilleras, tobilleras…) o incluso complementos alimenticios con ingredientes como el magnesio o el colágeno para reforzar tus articulaciones. 
Si presenta alguno de los sintomas descritos, puede solicitar consulta médica en Policonsultorio BioVida, donde podemos ayudarte a recuperar tu salud. 

Estamos en la Calle Crevaux 317 (frente a la plaza principal) entre Comercio y Santa Cruz; atendemos de lunes a viernes en las mañanas (07:30 a 12:30) y en la tarde (15:30 a 18:30), reservas al 77032111; o si prefieres a través de teleconsulta desde la comodidad de tu hogar. 


Cualquier duda o consulta, puedes comunicarte conmigo a través del +591 72633181, y siguenos en el Facebook del programa:  
https://www.facebook.com/Su-Salud-con-la-Dra-Claudia-Orosco-2179927478938064  

aquí encontraras el enlace al grupo de whastApp de Su Salud:  
https://chat.whatsapp.com/HGVC9PRKLFP3OSQEuULaqa 

Escucha los sábados el programa a traves de las aplicaciones gratuitas de Radio Ciudad Yacuiba 105.1, o del Canal Mega Tv Yacuiba, descargalas y sintoniza de 07:30 a 09:00, podrás hacer tus consultas en vivo

Recuerda que un tú saludable, es el mejor regalo que le puedes dar a tu familia...

martes, 21 de septiembre de 2021

Te duele el Hombro...?


¿Cómo es el hombro?

El hombro es la articulación con mayor movilidad del cuerpo humano. Su estructura está compuesta por varias articulaciones, además de por un importante número de músculos y tendones.

Además, está integrada por tres huesos distintos: el hueso del brazo (húmero), el hueso ancho y casi plano del hombro (omóplato o escápula) y el hueso del cuello (clavícula).

El brazo se mantiene en la cavidad articular del hombro gracias al manguito de los rotadores, un conjunto de músculos y tendones que forman una cubierta alrededor de la cabeza del hueso de su brazo y los adhieren al omóplato.

¿Qué es el hombro doloroso?

Es un dolor que aparece en la articulación del hombro a su alrededor cuando se realizan movimientos como levantar el brazo por encima de la cabeza o extenderlo hacia delante o hacia atrás. Se trata de uno de los motivos de consulta médica más frecuente en medicina de general.

La función del hombro es llevar la mano a adoptar la posición deseada. Cualquier hinchazón, daño o cambios óseos alrededor del manguito de los rotadores, un grupo de cuatro tendones que forman parte de las articulaciones del hombro y  que dotan a este de su amplio rango de movimientos, puede provocar dolor.

En general, este problema limita poco la movilidad, aunque puede llegar a impedir realizar algunos movimientos.

¿Quién padece hombro doloroso?

Cualquier persona de cualquier edad puede sufrir este problema, aunque es más frecuente en personas de edad avanzada o que realizan trabajos pesados. Llega a afectar al 25% de la población en algún momento de la vida.

También, las diversas formas de hombro doloroso pueden ser más frecuentes en varones, dada su mayor actividad física, y suelen aparecer entre los 30 y 50 años, a partir del desarrollo de fenómenos degenerativos articulares.

¿Qué lo causa?

El dolor en el hombro puede estar provocado por causas muy diversas, que no siempre se conocen bien. Podemos dividirlas en:

  • Intrínsecas. El dolor se debe a lesiones propias de la articulación, de los músculos o de los tendones y de los ligamentos que la componen. Una de las más comunes es la tendinitis del manguito de los rotadores, en que los tendones de esta estructura muscular quedan atrapados bajo el área ósea del hombro y se inflaman.
  • Extrínsecas. El dolor es producido por lesiones más distantes a la articulación. Por ejemplo, artrosis cervical, lesiones de los nervios o dolor referido de otros órganos.

¿Cuáles son sus síntomas?

En el hombro doloroso, el dolor suele surgir con los movimientos del hombro y, aunque suele limitar poco la movilidad, a veces impide realizar algunos movimientos. Solo en casos muy concretos se presenta una pérdida casi completa de la movilidad.

En general, el dolor suele ser más intenso por la noche y mejora después de moverlo con suavidad. Puede llegar a ser también agudo y afectar a la zona cervical, el antebrazo y la mano. Limitando seriamente la actividad cotidiana de quien lo padece.

¿Cómo se diagnostica el hombro doloroso?

El diagnóstico parte de una exploración física que permite valorar el estado del hombro y su movilidad. En ocasiones, también pueden ser necesarias pruebas complementarias como radiografías o ecografías.

¿Cómo se trata?

El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y ayudar a restablecer el funcionamiento normal y la movilidad del hombro. Para ello, en primer lugar, se debe mantener la articulación en reposo, sin realizar esfuerzos, aunque no se debe inmovilizar con vendajes o escayolas.

A continuación, se recomienda un tratamiento basado en:

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Fármacos como el ibuprofeno o el naproxeno reducen el dolor y la inflamación.
  • Inyección de anestésicos y corticoides en el hombro. Una inyección de un anestésico local y cortisona puede aliviar el dolor y producir una rápida mejoría de los síntomas, lo que a su vez facilita la realización de los ejercicios de rehabilitación.
  • Rehabilitación. Los ejercicios pueden comenzar a realizarse cuando el dolor es menos intenso, normalmente bajo la guía y supervisión de un fisioterapeuta. Su objetivo es mejorar la movilidad del hombro y deben realizarse de manera asidua y progresiva, sin provocar dolor. Por ejemplo, son muy útiles los ejercicios de estiramiento para mejorar el rango de movimiento.

Solo cuando el tratamiento anterior no ha sido eficaz, y en alguna ocasiones es necesario recurrir a la cirugía, que puede realizarse mediante técnica artroscópica o abierta. A la cirugía, debe seguir un programa rehabilitador que permita recuperar el rango de movimiento del hombro y la fortaleza del brazo.

Consejos para mejorar el hombro doloroso

Durante el proceso de recuperación del hombro doloroso es crucial prevenir nuevos episodios. En general, se deben evitar los factores que agravan el dolor:

  • 1. Haz reposo hasta que el dolor se atenúe.
    Sin llegar a inmovilizar el hombro, es muy importante que permitas recuperarse a la articulación reduciendo al mínimo el movimiento.
  • 2. Recurre al frío.
    En algunos casos, puede ayudar a aliviar la inflamación aplicar hielo en el área durante quince minutos tres o cuatro veces al día durante los primeros dos o tres días.
  • 3. Evita deportes que supongan un esfuerzo para el hombro.
    Los deportes de raqueta como el tenis, la natación o los deportes de lanzamiento pueden empeorar la  lesión y agravar el dolor, por lo que es necesario renunciar a ellos hasta que este desaparezca.
  • 4. De noche y de día, cuida tus posturas.
    Evita dormir sobre el hombro o con el brazo por encima de la cabeza, así como los movimientos repetidos del hombro con el codo alejado del cuerpo. Igualmente, presta atención para no forzar el hombro hacia atrás en lugar de desplazar el cuerpo entero. Tampoco cargues peso.
  • 5. Evita las actividades por encima del nivel de la cabeza.
    Peinarse, ponerse una camisa o quitarse la chaqueta pueden causar o agravar los síntomas, al igual que ocupaciones como  la carpintería, pintar o la conducción. En general, debes evitar cualquier actividad que implique trabajar largo rato con los brazos por encima de la cabeza.
  • 6. Fortalece tus hombros.
    Aprende ejercicios apropiados de estiramiento y fortalecimiento de los tendones del manguito de los rotadores y de los músculos del hombro. Un médico o fisioterapeuta te enseñará los más apropiados para ti.
  • 7. Pásate a las pesas.
    A medida que el dolor desaparece, puede ser muy beneficioso comenzar, siempre bajo la supervisión de tu médico o fisioterapeuta, un programa de levantamiento de pesas para la parte superior del cuerpo. Pueden usarse máquinas de pesas o pesas individuales.
  • 8. Cuida tu forma física.
    Además de mantenerte en forma, practicar ejercicios aeróbicos de manera habitual  te ayudará a mejorar el flujo de sangre a los tendones del hombro, lo que, además, contribuirá a disminuir el dolor, si este ya ha surgido.
  • 9. Deja el tabaco.
    Abandonar este hábito nocivo mejorará el flujo de oxígeno en tu organismo y, en concreto, el que llega al tendón lesionado. Ello contribuirá a que la lesión se cure antes y el dolor remita con mayor rapidez.
  • 10. Presta atención al dolor repentino en el hombro.
    Puede constituir en algunas ocasiones un signo de ataque cardíaco: debes llamar al 112 si sientes una presión o dolor aplastante y súbito en el hombro, sobre todo si se extiende desde el pecho, la mandíbula o el cuello o si se presenta acompañado de dificultad para respirar, mareo o sudoración.

Aplicando las medidas de prevención es posible disminuir la aparición de este molesto padecimiento, que lamentablemete disminuye la calidad de vida de las personas que la padecen, ya que en etapas avanzadas les disminuye la autonomia y su capacidad de hacer actividades por si solos. Si presenta algún sintomas, puede solicitar consulta médica en Policonsultorio BioVida, donde podemos ayudarle a superar esta enfermedad hasta lograr a recuperar su salud. 

Estamos en la calle Crevaux 317, frente a la plaza principal, atendemos de lunes a viernes mañana (07:30 a 12:30) y tarde (15:30 a 18:30), reservas al 77032111; o si prefieres a través de teleconsulta desde la comodidad de tu hogar.


Cualquier duda o consulta, puedes comunicarte conmigo a través del +591 72633181, y siguenos en el Facebook del programa:  
https://www.facebook.com/Su-Salud-con-la-Dra-Claudia-Orosco-2179927478938064  

aquí encontraras el enlace al grupo de whastApp de Su Salud:  
https://chat.whatsapp.com/HGVC9PRKLFP3OSQEuULaqa 

Escucha los sábados el programa a traves de las aplicaciones gratuitas de Radio Ciudad Yacuiba 105.1, o del Canal Mega Tv Yacuiba, descargalas y sintoniza de 07:30 a 09:00, podrás hacer tus consultas en vivo

Recuerda que un tú saludable, es el mejor regalo que le puedes dar a tu familia...